Cuando los héroes de Ostaria se unieron para acabar con el Azote del invierno y expulsar a sus arcontes de la provincia, parecía que al fin regresaba la paz a esta tierra devastada por la guerra. La reapertura de la Ruta del Oro por parte de la dinastía Qian intrigó a los señores de la guerra de la otra punta del mundo y ofreció una acogedora tregua tras las amargas batallas libradas. Pero el precio de la victoria fue alto, y mientras los héroes descansaban en las tranquilas arenas doradas de Longting, los espías y los informadores susurraban que otra guerra era inevitable.

El mal no puede atajarse solo con la espada y el escudo. Incluso tras una victoria conseguida con gran esfuerzo, las sombras acechan, y el mal crece rápido en la oscuridad. Se rumoreaba que un hombre tan poderoso como terrible estaba amasando poder en el vacío sin líder dejado por la guerra del norte. Al parecer era el hijo de un rico político de alto rango y su concubina nacido fuera del matrimonio que había sido rechazado por la sociedad. El mundo no tuvo piedad con él, y la crueldad solo engendró crueldad. Se propuso gobernar la tierra que le repudió conquistándola pueblo a pueblo, feudo a feudo hasta hacerse con el trono de Ciudad de Conquistadores.

Este hombre, ya convertido en un tirano, se ganó el favor de fuerzas oscuras, reunió un ejército y esperó su momento. Cuando el encanto de la seda y las especias orientales empezó a atraer a los valientes espadachines y sus armas, ni un centinela logró sobrevivir para dar la voz de alarma de la tormenta que se cernía sobre la tierra de nadie. Los truenos de la tiranía bramaron en el cielo y llovió sangre sobre las inhóspitas dunas. El mal había encontrado su guarida. El tirano se deshizo con facilidad de las escasas defensas del desierto y dio a los supervivientes una opción: arrodillarse o perecer. Los que podían trabajar fueron esclavizados. Los que sabían manejar la espada, se unieron a su ejército. Los que se resistieron, probaron su espada.

¿Se extenderán fuera de la tierra de nadie sus infames crímenes y su ilícito caudillaje? Esta vez no será tan fácil como derrotar al malo en el campo de batalla. Hay que enfrentarse al tirano, y la insurrección tiene que surgir de entre sus filas...

La era de los héroes ha terminado, es la hora de los rebeldes. La historia continúa en la campaña de temporada de Season IX: Tyranny, la actualización gratuita de Conqueror’s Blade que llega el 28 de septiembre.