Al recorrer las bulliciosas calles de Hao Jing, ¿os habéis fijado en que hay mucha gente jugando al mismo juego? Pues ese juego es el go (Weiqi). Al igual que en las damas, el objetivo de las piedras redondas negras y blancas de este juego táctico es ir «conquistando territorio» en el tablero.

El go es un juego muy complejo que requiere concentración y disciplina, y se dice que era cómo elaboraban sus estrategias los señores de la guerra chinos, poniendo piedras en un mapa para proyectar sus conquistas. Otras teorías del origen del juego lo describen como una herramienta de enseñanza o incluso, como un instrumento para predecir el futuro.

La dinastía Tang no solo trajo consigo una edad de oro de la música y la poesía, también continuó su intrepidez cultural desarrollando el go, que ya cuenta con 4000 años.

Durante esta era, se escribieron muchos libros sobre el juego y se tejieron tapices de seda que hicieron pasar a la historia a algunos de sus jugadores.

Fuente: Zhongguo Meishu Quanji


¿Cómo se juega? ¿Y cómo se convierte uno en un buen jugador?

Como en el ajedrez o en las damas, este juego estratégico enfrenta a dos jugadores a través de piezas negras y blancas (piedras, en este caso). Los jugadores van colocando las piedras en los puntos vacíos de la tabla por turnos (en las intersecciones, no en las casillas). Las piedras colocadas no se pueden mover, pero pueden capturarse las del adversario rodeándolas con piedras propias.

Y como en la estrategia militar, todo gira en torno a la construcción de muros infranqueables y hacerse fuerte territorios. Los jugadores deben capturar las esquinas del tablero para que les sea más fácil ganar y defender el territorio. El ganador se determina contando los puntos de todas las piedras capturadas y las intersecciones vacías de su territorio.

Seguramente el go fue el juego más popular en la dinastía Tang, ya que se han encontrado numerosos tableros del periodo.

Así que ya sabes, juega al go en tus ratos libres para planificar las batallas que tienes por delante y no te pierdas el resto de Conqueror’s Tales.