En el corazón de la dinastía Tang, hay una mujer que puede reclamar legítimamente algo que nadie más puede: el título de primera y única emperatriz de China. Wu Zetian (o Wu Zhao) gobernó durante un total de 50 años, y el imperio no hizo sino prosperar bajo su mandato.

Nacida en el año 624 d.C., regentó la dinastía Tang como mujer del emperador entre el 655 y el 690 d.C., y ocupó supuesto durante 15 años después. Como la era Tang es la principal inspiración de Season VIII: Dynasty, nos preguntábamos si los habitantes de Hao Jing y Longting la aceptarían como «emperatriz sagrada y divina», igual que hizo el pueblo chino hace más de mil años.

Historia en femenino

La historia de Wu Zetian y su ascenso al poder está salpicada de sed de sangre, mentiras y escándalos para dar y tomar.

Los orígenes de Wu no son una historia pobreza y superación, ya que provenía de una familia pudiente y estaba muy formada para la época. Estudió política, literatura y música, lo que contribuyó a su inteligente ascenso al poder y le hizo meterse en el bolsillo a casi todos los hombres que conoció.


Wu Zetian empezó siendo sirvienta en la corte del emperador y fue ganándose el favor del emperador Taizong hasta su muerte, momento en el que fue enviada a un convento del que consiguió escapar. Regresó a la corte como concubina del emperador Gaozong y tras convertirse en su favorita (y en emperatriz consorte), puso en marcha su retorcido plan para hacerse con el poder a toda costa.

Cuando la ya consorte Wu dio a luz a dos hijos de Gaozong, su mujer, la emperatriz Wang, empezó a preocuparse por haber perdido el favor de su propio marido. Cuando vio esto, Wu supo que había que actuar de inmediato mientras los ánimos estuviesen calientes y trazó un plan para convertirse en la favorita del emperador para siempre y deshacerse de la esposa.

Ese mismo año, la consorte Wu dio a luz a una hija, que por desgracia murió estrangulada poco después. Wu acusó a la emperatriz Wang de asesinato, y Gaozong (sabiendo lo celosa que estaba su mujer) se puso del lado de Wu. Aunque nuca se probó la autoría del crimen, la leyenda apunta a que el ansia de poder de Wu Zetian la llevó a matar a su propia hija para tenderle una trampa a la emperatriz Wang y expulsarla.

La emperatriz fue exiliada y Wu ocupó su lugar. La mala suerte de Wang no terminó ahí, sin embargo, ya que cuando el emperador Gaozong sopesó liberarla, la recién nombrada emperatriz Wu ordenó su muerte.

Mientras estuvo al lado de Gaozong, Wu fue, en la práctica, quien tomó las decisiones más importantes y dirigió la corte.

Una emperatriz de armas tomar

Saltamos al 690 d. C., cuando Wu hizo a su hijo Ruizong renunciar al trono de emperador a su favor, y empezó oficialmente su reinado.

En el 692 d. C., Wu Zetian ordenó atacar al Imperio tibetano y reconquistó cuatro guarniciones: Kucha, Yutian, Kashgar y Suyab.

No solo poseía destreza militar, también fomentó la cultura e hizo obligatoria la lectura de «Doce sugerencias» en la universidad imperial, además de escribir multitud de poemas y fundar una institución para producir una colección de biografías de mujeres famosas.

Aunque dejó atrás una reputación sangrienta plagada de víctimas, puede que su malvada notoriedad solo sea producto de su género. Muchos emperadores fueron igual de despiadados, pero la historia la retrató como especialmente abominable, muy probablemente por el hecho de ser mujer. Logró muchas cosas durante su reinado, como ampliar los territorios del reino de Tang, además de ser responsable de un periodo de relativa paz, poder y prosperidad.

¿Crees que puedes igualar las hazañas de Wu? Demuéstralo compitiendo en las batallas del modo Arena, participando en la campaña de la Season VIII y tomándote un descanso en el Festival del Dragón Sol. Es lo que Wu habría querido.