La última vez dejamos la historia y leyendas de Longting cuando los monjes marciales salieron a escena para ayudar al emperador, y estos espirituales guerreros jugarán pronto un papel importante en la formación de la dinastía Qian.

La región prosperó en la década trascurrida entre la fundación de la dinastía Qian y la conquista de Maoyang (un feudo crucial de Longting). Muy poco después las tropas serían enviadas hacia el oeste para empezar a construir la Ruta de Oro, que habría de abrir la región al mundo. Empezando en la capital, Hao Jing, y cruzando la tierra de nadie, la riqueza fluía dentro y fuera del territorio gracias a este glorioso camino comercial.

Pero este progreso no estuvo exento de obstáculos. La tierra de nadie cayó en la anarquía cuando empezaron a importarse productos exóticos, y se designaron protectores para velar por la paz. Siempre vigilantes (y con un arma o dos a mano) estaba el batallón de modao, compuesto por guerreros leales y disciplinados. Los monjes marciales también contribuyeron observando en silencio desde las colinas por si surgía algún problema.

Y estas no fueron todas las medidas del emperador de Qian. También se erigió una fortaleza en el desierto para disuadir a los pendencieros y saqueadores que buscaban fortuna por medios más inmorales, la legendaria Linwu. 

Juega a Season VIII: Dynasty para ver cómo continúa la saga las próximas semanas y vuelve a la web para leer el próximo artículo sobre su historia que publicaremos muy pronto. Puedes leer más sobre la Fortaleza Linwu y el Batallón de modao antes.