La guerra que ha destruido Ostaria ha llegado ya hasta los poderosos muros de Augolia, y las últimas batallas que determinarán el futuro de la ciudad están en camino. Es difícil predecir cómo se desarrollarán. Solo los que entiendan cómo ha cambiado la ciudad durante El azote del invierno partirán con ventaja para conquistarla.

Augolia

Historia

De todas las capitales regionales, Augolia es probablemente la más reconocible. Es la más antigua (aunque no por mucho), fue el escenario de los primeros asedios documentados, y miles de jóvenes señores de la guerra han atravesado sus puertas en busca de su legado. Hoy la ciudad se halla en una encrucijada, ya que muchos de esos señores de la guerra vuelven a la ciudad que los engendró. Algunos para liberarla, otros para conquistarla.

Informe de exploración

Los que regresan a Augolia tras un tiempo notarán dos cosas. La primera es que la distintiva barbacana de la ciudad es tan desafiante como de costumbre, además de seguir siendo la clave. Sin capturar la bandera que hay en su centro, ningún atacante podrá avanzar para tomar la ciudad. La segunda es que, a pesar de su fortaleza, Augolia cuenta con un punto débil nuevo. Una sección de la muralla al sur de la puerta está a punto de caerse, lo que facilitará en gran medida cualquier asalto directo a la ciudad. Por supuesto, esta facilidad dependerá de la capacidad de los defensores de prepararse para tan obvio ataque.

Consejos generales

  • Además de moverse rápido para capturar la barbacana, el equipo atacante debe reducir la capacidad del defensor de cubrirla de fuego artillero. Los que asedien la ciudad tendrán que cubrirse con las abundantes opciones que hay e inspeccionar las murallas en busca de señores de la guerra con arco y cualquier arma de fuego defensiva.

  • Al mismo tiempo, la defensa debe aprovechar la ventaja que le da la altura para evitar que el equipo atacante tome la barbacana durante el mayor tiempo posible. Caerá, pero cuanto más aguante, mejor.

  • Aunque no se utilice para el asalto principal, los atacantes deben derrumbar la parte débil de la muralla que conduce a la ciudad, aunque sea solo para atraer a los defensores. Los defensores, a su vez, deben usar la grieta a su favor reforzando las posiciones defensivas en la parte exterior de la muralla y ordenando contrataques decisivos en esas almenas tan amplias.