La Navidad llegó y se fue, pero las fiestas aún no han terminado. Si te quedan regalos por hacer (o por recibir), quizá necesites inspiración de los regaladores de antaño para imbuir los tuyos del espíritu de las Navidades pasadas.

Explora con nosotros los regalos que se hacían nuestros antepasados y las alternativas actuales.

Comida

Regalar comida era tan popular antes como ahora. Esta tradición de regalar manjares a nuestros seres queridos se remonta hasta Roma. Las calendas, un festival romano que tenía lugar en enero, era momento de hacer regalos de buena suerte para el año que entraba... en forma de comida. Se regalaba desde alimentos horneados hasta cosas como higos o miel.

La comida también jugaba un papel importante en las celebraciones navideñas del medievo. Los campesinos llevaban sus mejores aves de corral a la mesa de sus señores como regalo. Uno de los testimonios que ha llegado hasta nuestros días es el de los monjes cristianos de Canterbury que regalaron al arzobispo 785 gallinas para Navidad, aves que después él regalaría a los hospitales y monasterios de la zona.

Pasado: aves e higos

Presente: una buena caja de bombones

Juguetes

Regalar juguetes a los niños es lo normal en Navidad hoy en día, pero esta práctica data nada menos que del festival romano de Saturnalia. Los niños recibían muñecas de cera con un significado más oscuro que el actual. Los historiadores creen que estas muñecas son los vestigios de un ritual de fertilidad relacionado con Saturnalia, en la que también se sacrificaban niños. Preferimos un poco de carbón, ¡gracias!

Los victorianos fueron los que escribieron, prácticamente, el libro de las tradiciones navideñas, y los regalos no son una excepción. Los niños recibían regalos hechos a manos, sobre todo muñecas, hasta que se introdujeron los juguetes de madera ensamblados en fábricas.

Pasado: juguetes de madera o cera

Presente: juguetes de plástico (no hechos a mano)

Un niño victoriano sobre un balancín en forma de caballo moteado

Libros

Los libros siguen siendo un regalo muy popular hoy en día, ya sea un thriller en edición de bolsillo, un audiolibro imprescindible o la autobiografía de un famoso. Pero durante la era de Enrique VIII, los libros se regalaban para obtener el favor de sus receptores, no solo su entretenimiento. John Leland, el anticuario de Enrique VIII, regaló al rey un libro por Año Nuevo con información sobre los viajes que había realizado y los relatos del año que terminaba (qué... ¿detalle?). Leland esperaba, muy probablemente, más apoyo del rey para su trabajo gracias a este ingenioso regalo.

Pasado: un libro sobre tu año escrito por tu sirviente

Presente: la novela más vendida del año

Dinero

¿A quién no le gusta abrir una tarjeta y encontrar un billetito dentro? Hasta los siervos medievales ganaban dinero durante las fiestas. Era habitual que su empleador o señor les diese algo de dinero. Las cartas y papeles de Enrique VIII hablan de un generoso patrón que regaló a su sirviente 2000 libras en oro.

Pasado: 2000 libras en oro

Presente: 20 euros

Esperamos haberos servido de inspiración para regalar o para completar vuestra lista de deseos. ¡Felices fiestas y próspero Año Nuevo de parte de Conqueror’s Blade!