Halloween está a la vuelta de la esquina. Mientras preparamos las calabazas y nos aprovisionamos de caramelos, vamos a recordar las antiguas culturas que contribuyeron a la celebración actual que tanto nos gusta. Ahora que estás participando en eventos inquietantes y aprovechando las escalofriantes ofertas de Conqueror’s Blade: Colosseum, te sorprenderá saber que los antiguos romanos tenían su propia versión de Halloween: la Lemuria (o Lemuralia).

Los romanos eran extremadamente supersticiosos, y la muerte jugaba un papel fundamental en su día a día. La Lemuria no era la excepción y suponía una oportunidad de contener a los espíritus malignos.

Al parecer, el nombre de Lemuria viene de «Remuria», el festival que debe su nombre a Remo (de Rómulo y Remo). El poeta Ovidio escribió: «Rómulo obedeció y le dio el nombre de Remuria al día en el que se rendía culto a los antepasados enterrados». Los historiadores suponen que Remuria se acabó llamando Lemuria porque «lemures» era el nombre que daban los romanos a un tipo de espíritus.

Puede que las fechas y las costumbres fuesen diferentes, pero la espiritualidad (y la onda fantasmagórica) es la misma.

¿Cuándo se celebraba la Lemuria?

La Lemuria tenía lugar en tres días diferentes de mayo (por lo general, el 9, 11 y 13 del calendario juliano), en lugar del frío 31 de octubre al que estamos acostumbrados. Los romanos creían que los días pares traían mala suerte, por lo que este festival para homenajear a los muertos y apaciguar a los antepasados solo se celebraba en días impares.

Aunque hiciese sol, esta festividad era muy solemne. Todos los templos se cerraban y nadie podía casarse durante estos días. Pero no todo era muerte y tristeza, ya que el último día, se celebraba un festival de mercaderes para asegurar un año próspero.

Un suelo de mosaico romano de Pompeya (s. I a. C.)

¿Qué pasaba en las fiestas de la Lemuria?

La Lemuria era más un evento privado que un festival público, y todo ocurría dentro de casa. Los romanos llevaban a cabo rituales para exorcizar a los fantasmas vengativos de sus antepasados de sus casas, y los espíritus de los muertos sin descanso (o «lemures») se aplacaban con ofrendas de judías. Los espíritus o espectros de la Lemuria son diferentes de las representaciones modernas de fantasmas, y no es que fuesen malos, pero se mantenían a raya con ofrendas y se vigilaban mediante ciertos ritos para evitar que hiciesen daño.

El cabeza de familia era el responsable de llevar a cabo un rito un tanto extraño. Los romanos se quitaban las sandalias y andaban descalzos por la casa haciendo un gesto llamado «mano fica» (mano de higo) para prevenir el mal. Se limpiaban con agua fresca y escupían judías negras mientras repetían este conjuro: «Te ofrezco estas judías, con ellas me redimo a mí y a los míos».

Las judías simbolizaban la eliminación de los espíritus potencialmente malignos de la casa. Ovidio creía que las almas sin descanso se marchaban siguiendo las judías.

No te pierdas las otras entregas de Conqueror’s Tales sobre la cultura de la Antigua Roma, en la que está inspirada Conqueror’s Blade: Colosseum, como la de las mujeres luchadoras, la de los animales de la arena o la de emperadores y asesinos.