Ahora que la última facción de gladiadores de Conqueror’s Blade: Colosseum acaba de saltar a la arena más letal conocida por el hombre, nos preguntamos: ¿había también mujeres luchadoras? En la historia de la Antigua Roma abundan las historias de imponentes gladiadores que alcanzaban la victoria en el Coliseo, pero las mujeres también llegaron a experimentarlo, aunque a una escala menor en número e intensidad.

¿Quiénes eran las gladiadoras?

El término «gladiatrix» que se utiliza para describir a las gladiadoras es moderno, no empezó a utilizarse hasta el s. XIX. En su día, se referían a ellas como «ludia» (artistas femeninas). Las gladiadoras llevaban la misma ropa que sus colegas hombres, nada en la parte de arriba, taparrabos y grebas. Las ludias no podían casarse, se consideraban indeseables y de clase baja, a pesar de la atención que recibían de los fans masculinos que las miraban con ojos lujuriosos.

¿Cuándo surgió la primera gladiadora?

Hay pocas pistas en la historia acerca de cuándo se permitió a las mujeres entrar en el Coliseo y convertirse en gladiadoras. En un relieve de mármol del s. II d.C. encontrado en Turquía aparecen representadas dos gladiadoras en combate junto a sus nombres artísticos, Amazon y Achillia. La inscripción también reza que la pelea quedó en unas honrosas tablas. La estatua cuenta la historia de Aquiles y la reina amazona Pentesilea, en la que el primero acaba con la segunda en Troya pero se enamora de ella después arrepintiéndose.

Una estatua del mismo periodo descubierta en Hamburgo, muestra a una gladiadora con una sica (espada corta o daga larga) en una postura triunfante.

La literatura de la época también documenta la existencia de luchadoras. El poeta romano Juvenal escribió en sus Sátiras:

«¿Qué decencia puede mostrar una mujer con casco que renuncia a su feminidad y se enamora de la fuerza?...Si se hiciese una subasta con las cosas de tu mujer, ¿estarías orgulloso de su cinturón, sus mangas aceradas, sus penachos y su protección de media caña para la pierna izquierda? Y si prefiere otro tipo de combate, ¿qué te parecería que tu amor se dedicase a vender grebas? Escúchala resoplar practicando estocadas como le enseñó su maestro, marchitándose bajo el peso del casco».

Sin embargo, en el s. XX a.C., un empresario del espectáculo organizó un festival en Pompeya en honor a Apolo que incluyó cinco parejas de luchadoras. Quizá fuese aquel evento, que se llenó de gente llegada de todas partes, el primero en el que figurasen mujeres luchadoras.

Pero las gladiadoras no duraron siempre. Sus ansias de logros deportivos casi les valieron la participación en los Juegos Olímpicos, pero en lugar de conseguirlo fueron vetadas en la arena un poco más adelante. En el 200 d.C., el emperador Septimio Severo viajó a Grecia para ver los Juegos Olímpicos de Antioquía, y al ver a las atletas griegas temió que las romanas quisieran competir en ellos también. Cuando regresó, prohibió que combatieran como gladiadoras calificando su participación de «indecorosa» y poniendo fin a cualquier ambición deportiva profesional.

Estatua de mármol de una Amazona herida (gladiadora) de un original de Fidias.

¿Cómo competían las mujeres en el Coliseo?

Mientras los hombres recibían entrenamientos rigurosos por parte de tutores en barracones, los combates entre mujeres eran poco más que una exhibición en el Coliseo y estas no podían aprender las habilidades necesarias para competir en una pelea con todas las de la ley. Lo más probable es que las gladiadoras fuesen entrenadas en privado con una espada de madera.

Las batallas de gladiadores eran un entretenimiento popular y los organizadores necesitaban contenidos nuevos e interesantes para seguir vendiendo entradas. Una de las maneras de hacer que el público romano volviese fue con las gladiadoras, a las que los espectadores encontraban hilarantes. La vida de estas mujeres no solía correr peligro, como la de los gladiadores, ya que solo actuaban para entretener a la multitud.

¿Por qué se hicieron gladiadoras las mujeres?

Las mujeres anhelaban tener las mismas ventajas que los gladiadores: fama, fortuna y diversión. Las mujeres romanas no tenían mucha libertad en su sociedad patriarcal y no podían tomar decisiones por sí mismas. Las gladiadoras fueron de las primeras mujeres independientes en la historia capaces de amasar su propia fortuna y conseguir la gloria. Se fabricaron recuerdos de algunas las gladiadoras más famosas, como muñecas, obras de arte y lámparas de aceite a medida que fue creciendo su popularidad.

Como cada vez había más mujeres queriendo unirse a los juegos gladiatorios como ludia, los espectáculos dieron paso a torneos reales con premios en metálico donde se usaban armas de verdad.

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