San Valentín es el mejor día para tener un romance, y nadie sabe más de pasión que las deidades del amor. En muchas mitologías, los dioses y diosas del amor existen para echar una mano a los humanos con sus vidas amorosas (o todo lo contrario…). Si necesitas la ayuda de los dioses este San Valentín, no busques más, aquí tienes la lista de expertos mágicos.

Afrodita/Venus (Grecia/Roma)

Afrodita era la diosa griega del amor, la sexualidad y la belleza, y la consideraban el ser más bello que había existido jamás. Además de sus escarceos con los dioses (y su matrimonio con Hefesto, el dios de la forja) también tuvo muchos amantes mortales. Puede que Afrodita no sea la diosa más fiable a la que pedir ayuda en los asuntos del corazón, sin embargo, ya que era esclava de su propia lujuria y su orgullo, un catalizador para la guerra.

Ella fue la culpable, en parte, de la guerra de Troya, al sobornar a Paris para declararla la diosa más bella. Le ofreció como premio a Helena de Esparta por rechazar a sus compañeras diosas Atenea y Hera. Pero Helena ya estaba casada con el rey de Esparta, y su secuestro por parte de Paris llevó a la historia que todos conocemos protagonizada por un sospechoso caballo de madera…

Venus era la versión romana de Afrodita, y sus orígenes mitológicos son parecidos. La identificarás rápidamente por ser la protagonista del cuadro que representa su nacimiento del mar y que simboliza el renacimiento de la civilización. Pero puede que no te ayude mucho con tus aflicciones amorosas tampoco, está bastante ocupada llorando a su amante mortal, el cazador Adonis. Venus soñó que Adonis iba a ser atacado en una cacería y corrió a advertirle de su destino. Pero Adonis ignoró la premonición y un jabalí salvaje le dio muerte. No lo llaman tragedia griega en balde…

Nacimiento de Venus de Sandro Botticelli (circa 1480)

Eros/Cupido (Grecia/Roma)

Otro doble dios del amor es Eros (o Cupido). Introducido por la mitología griega como el hijo de Afrodita, Eros era el dios de la lujuria, el deseo y la pasión. Con el tiempo (y gracias a los romanos) evolucionó hasta convertirse en el querubín que conocemos hoy en día. Suele representarse como un bebé regordete con un arco y flechas que dispara a sus objetivos para despertar el amor. Aunque parezca algo bueno, Cupido era célebre por hacer que parejas poco convencionales se enamorasen por diversión, así que ojo con pedir ayuda a Eros este San Valentín.

La victoria de Eros de Angelica Kauffman (1750-1755)

Frigg (Escandinavia)

Si los dioses griegos y romanos no te convencen como casamenteros para este San Valentín, quizá la esposa de Odín pueda ayudarte. Frigg era la diosa nórdica del matrimonio y la que dio nombre al viernes en inglés, Friday, (al parecer el mejor día para casarse). En las historias se representa como una especie de vidente o adivina, pero no acierta mucho. Su trabajo como diosa consistía en emparejar a parejas felicies para el matrimonio, pero parece que esto no ocurrió nunca, ya que se dedicaba más bien a hacer apuestas con Odín o intentar proteger a sus problemáticos hijos. Puede que Frigg tampoco sea la mejor Diosa a la que acudir en San Valentín.

Angus (Escocia)

Aunque se hizo conocido en la mitología irlandesa con el nombre de Aengus, se integró en el folclore escocés como el dios celta de la juventud, el amor y el verano. La combinación perfecta para el amor. Los escoceses representan a Angus con un harpa dorada que usa para provocar el efecto «flautista de Hamelin» en los jóvenes amantes en los bosques. Aunque unirse a una conga de solteros suene a planazo para San Valentín, sentimos decirte que Angus tiene fama de «ingenuo y atolondrado», y puede que deje de lado tu petición de ayuda para perseguir otros objetivos más bobalicones, como burlarse de otros dioses por las risas.

Angus Og (1908) por John Duncan

Si andas buscando el amor este San Valentín, puede que pedir ayuda a estas deidades no te sirva de mucho. Igual que los mortales, los dioses no son perfectos, quizá tengas que echar mano de tus propios poderes para encontrar el amor duradero.

Por el momento, puedes ir animándote con nuestra lista de reproducción de San Valentín. Está llena de baladas que atraerán al señor o señora de la guerra de tus sueños.